El Sindicato de Trabajadores de Prensa (SITRAPREN), Personería Gremial Nro. 1880, realizó reclamo al Directorio de Télam y la Gerencia Periodística por los perjuicios que ocasionan a la tarea profesional de l@s corresponsales, a raíz de la arraigada costumbre, de algunos editores, de modificar despachos sin consulta previa a los autores de los envíos periodísticos.
La situación ha motivado reiteradas quejas de les trabajadores, puesto que, al modificarse los cables, la información que se publica, en varios casos, es errónea, provocando la pérdida del principal capital público de cualquier periodista, que es su credibilidad.
Las denuncias sobre el tema vienen de la anterior gestión, pero continúan en la presente con total impunidad, por lo que les exigimos un mayor control y supervisión de esta situación que, incluso, afecta el prestigio de Télam.
Esta insistente práctica es perpetrada por algun@s editores (y periodistas de distintas secciones) que -sin consultar a les autores de los despachos-, modifican párrafos o insertan entre las comillas de un textual, conceptos que nunca dijo un/a entrevistad@.
Existe un patrón de comportamiento entre ciert@s periodistas de Central que se repite en el tiempo. Alteran o tergiversan información enviada desde las distintas provincias, que luego es publicada en el servicio con errores que podrían haberse evitado con una simple consulta a quien hizo la redacción.
Dislates, de los que nunca se hace cargo el editor o la editora de Télam, sino que se atribuyen directa y maliciosamente a la/el corresponsal, puesto que el cable lleva sus iniciales y está fechado en su lugar de origen.
Con el agravante, que él o la autor/a del despacho recién advierte la inexactitud de los datos, solo cuando el cable ya está publicado en el servicio noticioso.
Incluso, se han dado casos en que, pese a las advertencias y quejas de l@s corresponsales para que corrijan de inmediato la información, la corrección llega tarde, mal o nunca.
En tan solo unos pocos episodios y a raíz de la insistencia del o la corresponsal, se logró que Central cambie el título o encabezado de una nota, evitando así un seguro problema a la Agencia si la información tomaba estado público.
Modificar un cable, tergiversar ideas y conceptos es una de las situaciones que ya ha provocado un profundo malestar entre corresponsales y entrevistad@s, cuando ést@s últimos ven publicadas las notas inexactas en el servicio de Télam.
Incluso, prestigiosas instituciones científicas del país han hecho llegar sus quejas a la Agencia, debido a que lo publicado en el título de un cable o en el cuerpo de la información, no se corresponde con lo anunciado por los científicos.
Se hace reiterativo, pero esta situación ha generado y genera rispideces, malestares y entredichos. Más allá de las pertinentes aclaraciones del o la corresponsal, él o la entrevistada, terminan creyendo que el único culpable es quien l@ entrevistó.
Siempre es él o la corresponsal quien debe dar la cara y afrontar el enojo y malestar de personas e instituciones por una información que se modificó en Central.
Jamás la empresa consultó cómo se originó el problema, el llamado de atención o la sanción siempre recayó en l@s periodistas del Interior sin considerar la responsabilidad de quién modificó unilateralmente el texto y lo publicó.
En otras ocasiones, cuando les trabajadores transmiten sus reclamos vía telefónica o whatsapp, porque lo publicado no se ajusta a lo escrito, editores terminan relativizando su queja, haciéndoles notar lo “intrascendente” de su reproche.
Y si eventualmente, se decide corregir la información, solo se lo hace en la web de Télam, pero no en el cable que reciben l@s abonad@s.
Resulta imperioso entonces que, ante la duda por el contenido de un cable, desde Central se realice el chequeo y consulta previa con él o la corresponsal. De esa manera, se evitará la eliminación u observación de materiales, que se realiza todo el tiempo, y las pocas o casi nulas explicaciones sobre sus motivos.
Es tan reprobable esa actitud, como la decisión de desechar un material enviado por un/a corresponsal, cuando visita su provincia un funcionario nacional.
Se han reportado casos, en que desde Central se levanta la palabra de un ministro a través de una Radio porteña, en vez de priorizar el cable enviado y escrito por el o la corresponsal, que es cobertura propia de Télam. Y ni siquiera tienen la cortesía de avisarle al/la compañer@ para que no trabaje en vano.
El maltrato, desprecio y hasta amenazas hacia l@s corresponsales de algunos periodistas de Télam Central, era una práctica consagrada durante el macrismo, pero lamentablemente, continúa en la presente gestión.
Sería largo y tedioso enumerar cada episodio en particular. Tenemos los casos colectados, pero no vamos a exponer a cada corresponsal para evitar futuras represalias y alimentar esa manifiesta inquina que existe entre periodistas de Central y el Interior, pese a que como señalamos siempre Télam somos tod@s.
Esa realidad existe, no se puede negar, es una grieta histórica que trasciende a la actual gestión y que por momentos perjudica la paz laboral. Eso explicaría, además, una de las razones por las que frecuentemente se cuestiona la tarea profesional de los y las corresponsales.
Estar afiliados a una organización sindical distinta a la que pertenecen editores y jefes/as de sección, también tiene sus consecuencias. Negar esto, es como pretender tapar el sol con un harnero.
Por otra parte, exigimos a la Gerencia Periodística que revea la decisión de no otorgar días compensatorios a los y las corresponsales, esgrimiendo cuestiones burocráticas y administrativas. Se necesita una mirada más criteriosa y contemplativa sobre el tema.
Se trata de compañer@s, que muchas veces por fuera de sus horarios laborales, en días francos, e incluso interrumpiendo sus vacaciones, han colaborado con la Empresa, dando muestras de su dedicación y voluntad de trabajo. Sin embargo, cuando piden tomarse sus compensatorios, Télam se los rechaza.
Por todo lo expuesto y en aras de la sana convivencia laboral y de respeto por la tarea profesional que merecen l@s corresponsales de Télam, requerimos que la Gerencia Periodística y el Directorio, arbitren los medios a su alcance para poner fin a esta intolerable retahíla de maltratos, atropellos, humillaciones y abusos de poder que padecen les trabajadores que desempeñan sus funciones en las distintas provincias de nuestro país.
Comisión Gremial Interna y Comisión Directiva
SITRAPREN
Buenos Aires, 12 de febrero de 2021