Luego del reportaje brindado por el presidente de la Agencia de Noticias Télam S.E., Rodolfo Pousá, al periodista Pablo Sirvén para el diario La Nación, el Sindicato de Trabajadores de Prensa (SITRAPREN), Personería Gremial N° 1880 y representante de los trabajadores de la empresa, se ve obligado a aclarar algunos de los temas tratados por el funcionario.

 

Para empezar, Pousá señala: Nos encontramos con un gremio que tiene una visión sumamente confrontativa respecto a lo que se pueda significar cambios a ser introducidos adentro de la agencia, y respecto a eso es con lo que estamos trabajando”.

 

Evidentemente, el señor Pousá no se olvida de nuestros dirigentes, en particular de nuestro secretario general, compañero Luis Giménez, quien -durante la gestión anterior de Pousá en el gobierno de Fernando De La Rúa- era secretario general de la Comisión Gremial Interna (CGI), y gracias a su conducción en la lucha por la defensa de Télam recuperamos la agencia, luego del achicamiento, cierre, liquidación y disolución que llevó adelante el funcionario Pousá y sus superiores.

 

Es por el resultado de esa lucha, que hoy Pousáa pesar de haber cobrado un juicio del Estado por su anterior desempeño al frente de la agencia-, en un hecho insólito, puede volver a ejercer la presidencia, esta vez de Télam S.E., ya que durante su gestión anterior el Gobierno cerró Télam S.A.I.y.P.

 

Por todo eso,  éste sindicato no tiene “una visión sumamente confrontativa respecto a lo que se pueda significar cambios a ser introducidos adentro de la agencia”, sino que sencillamente pide a quienes pretendan implementarlos que lo hagan cumpliendo lo establecido por el Estatuto del Periodista –Ley 12.908-, el Estatuto del Personal Administrativo de Empresas Periodísticas –Ley 12.921-, el Convenio Colectivo de Prensa 301/75, la Ley de Contrato de Trabajo 20.744, la Ley de Asociaciones Sindicales –Ley 23.551-, el Acta Paritaria y demás normas laborales vigentes.

 

Es decir, el problema no es que se quieran realizar cambios, sino que los mismos sean dentro de lo que marca la ley.

 

Por otro lado, Pousá manifiesta que su objetivo es “convertir a Télam en una BBC News de la República Argentina”. Con esta declaración resulta muy poco claro cuál sería su propuesta o plan para la empresa, ya que la BBC es el servicio público de radio, televisión e internet del Reino Unido, no una agencia de noticias.

 

Recordando su gestión anterior, Pousá expresa: “Pensar en aquella aventura mía en el año 2000… (Entre risas)”. Desafortunado comentario, ya que lo que para usted fue una simple “aventura”, para 250 compañeros fue quedarse sin su fuente de trabajo.

 

Sin embargo, al momento de recapitular usted simplemente dice “Me fui con 400 personas trabajando en la Agencia”, en lugar de explicar que en su anterior gestión realizó un achicamiento de personal por el cual 250 trabajadores se acogieron al retiro voluntario –despido encubierto-, y por esa razón cuando se fue quedaron 400 empleados.

 

En otro momento del reportaje declara: “El primer día que llegué transite por la Agencia, tanto en el área administrativa como en el área periodística…”, cuando usted sabe que eso no es verdad. El primer día sólo recorrió el edificio de la Avenida Belgrano donde se encuentra periodismo, y la casa de la Defensa. Mientras que en el edificio de Bolívar sólo se dirigió a su oficina del 8vo piso. Al otro día, luego del malestar del personal administrativo debido a la discriminación por usted ejercida, decidió transitar ese edificio para “presentarse y saludar” a los trabajadores de Administración.

 

“El objetivo nuestro es tener una agencia en donde se escuchen todas las campanas”, indica Pousá a Sirvén, cuando desde el principio comienzan a ejercer censura. Esta situación la sufrió este Sindicato cuando los funcionarios responsables del material que sale por el servicio de Télam censuraron nuestro comunicado en repudio al mismo periodista que usted luego le da una nota, quien planteaba como interrogante “si resulta indispensable que el Estado cuente con una agencia de noticias de este porte”.

 

En otro momento de la entrevista manifiesta: “A veces hay cierta resistencia por parte de quienes han hecho toda su vida periodismo gráfico y hoy se encuentran con que le decís: Mirá tenés que combinar fotos, tenes que combinar videos, tenes que combinar lo que escribís, tenes que combinar gráfica, y a veces resulta… no resulta sencillo y ahí es donde tenemos que trabajar también”.

 

Señor Pousá eso que usted señala no es resistencia, es sencillamente no permitir que se viole la ley. La polivalencia funcional, multifunción o multitarea es un concepto instalado en décadas anteriores, que forma parte del proceso de flexibilización laboral destinado a procurar la disminución de derechos de los trabajadores, con el objetivo de obtener mayor discrecionalidad tanto en las formas de contratación del personal como en el desempeño de los trabajadores. 

 

No se nos escapa que bajo el pretexto de la polivalencia funcional, las empresas logran exigir más trabajo y más esfuerzo de los trabajadores, intensificando el trabajo, y paralelamente reduciendo personal, aumentando la desocupación. Mientras que el discurso empresario (y lamentablemente alguna parte del discurso académico) asocia polivalencia con enriquecimiento del trabajo, en los hechos, en los lugares de trabajo implica la intensificación del trabajo, fomentando la competencia entre los trabajadores y la descalificación de la mano de obra.

 

La polivalencia funcional resulta contraria al principio de categorías claramente definidas en el Convenio Colectivo vigente, así como por resultar contrario a las prácticas laborales existentes en el ámbito de Télam, que permiten una prestación de calidad, al existir actualmente con claridad, calificaciones, categorías y tareas para cada puesto de trabajo.

 

De esta forma, el SITRAPREN aclara algunas de las cuestiones planteadas por Pousá en el reportaje, de los otros temas se encargará el tiempo y/o la Justicia.

 

Comisión Directiva

 

Buenos Aires, 16 de marzo de 2016

Por sitrapren